• Su cultivo
es bastante fácil. Inconcluso
si se llegara a secar,
rebrotaría
desde el suelo.
• Va bien
en
casi todos los climas,
resistiendo
hasta -15ºC.
• Crece
estupendamente
en suelos ricos en materia
orgánica,
algo húmedos y en semisombra
(con más luz da más
esencia).
• Lo más
importante es que cuente con
bastante
agua. En primavera
también
debes aportar fertilizantes
minerales.
• Puedes
cultivarla en maceta o en la
tierra
del jardín. En el
jardín,
si va a estar junto a otras
plantas,
es mejor plantarla con la
misma maceta,
para limitar su crecimiento y
que
no se extienda demasiado, ya
que es
muy invasora y competiría
con
las de alrededor. Si es
necesario,
contrólala recortando de vez
en cuando.
RECOLECCIÓN
• Las hojas
las puedes usar frescas,
o
bien congelarlas o secarlas
antes.
• Cuando se
cultiva comercialmente en
parcelas,
se recolectan las hojas dos
veces
al año: la primera,
cuando
la menta está a punto de
empezar
a florecer (en España, desde
últimos de mayo a finales de
julio, según comarcas) y la
segunda recolección, a
comienzos
de otoño.
• Para la recolección
de las hojas , se corta
lo más
cerca del suelo,
separando el
mismo día las hojas de los
tallos.
• Si las
secas, hazlo a la
sombra, en lugar
ventilado, sin amontonarlas y
a no
más de 30º C. Para
destilación,
una vez cortadas, se dejan
las plantas
orear 1-2 días, evitando en
este caso el secado
completo, que
volvería el material
quebradizo.
USOS
• Sus hojas, tanto frescas como desecadas, tiene múltiples aplicaciones.
• Sus hojas, tanto frescas como desecadas, tiene múltiples aplicaciones.
• Resulta
una
hierba deliciosa para tomar
en
infusión y aromatizar
vinagres
y aceites.
• Utilízala
trinchada en tus ensaladas,
sobre todo de tomate.
• Las hojas
frescas añaden sabor a
platos
de patatas, sopas y postres.
Es una
planta típica en la cocina
inglesa, en platos de caza y
cordero.
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